
con curvas y pliegues, y suaves hondonadas,
y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos,
tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado,
el numero de mis hormonas.
compuso mi sangre y me inyectó con ella,
para que irrigara todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas, los sueños, el instinto,
todo lo creó suavemente,
a martillazos de soplidos y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días,
por lo que me levanto orgullosa todas las mañanas,
¡Y bendigo mi sexo!

(Este fue el regalo que, un angelito muy especial, me hizo en el día de la mujer... Un angelito al que -desde mi cuore- le digo ¡Gracias! por la magia compartida)