Las Historias de Ibrahim

El proceso creativo de nuestras vidas



Basta con mirar el espacio que nos rodea para descubrir esto que damos en llamar el proceso creativo de nuestras vidas. Y para ilustrar lo que digo, voy a compartir con ustedes dos casos diametralmente opuestos, pero muy allegados a mi cotidianidad: el caso de Mario y el caso de Luis…


Mario, es alguien a quien conozco desde hace unos años, porque acude asiduamente a la Institución en la cual trabajo; y Luis es mi mejor amigo…


Bien. Mario es de esas personas que viven con la sensación de haber llegado al mundo en el día equivocado. Todo en él es negativo, es sufrimiento, es dolor, es engaño, es frustración…


A menudo le oigo decir en mi oficina: “estoy cansado de sufrir… Llevo una carga muy pesada desde joven y ya no puedo más”… “primero me echaron del trabajo por honesto, luego perdí un nieto, luego se enfermó mi esposa, luego traicionaron a mi hija, quedó embarazada y su hijo nació con un problema renal que nos está quitando el sueño. No recibimos ayuda de nadie y para colmo esta mañana mi hijo mayor sufrió un accidente y lo debemos derivar a Capital Federal. Mi sueldo no llega a mil pesos por mes y todo sale de él. Me da vergüenza pedir pero no me queda otra salida…”… “algún día de estos me voy a prender fuego y voy a terminar con todo”…


¡Uff! Cada vez que se va siento la atmósfera pesada y una revolución en mis energías. Mario, tal como es fácil advertir, me demanda horas de charlas y de contención…


Luis O. es la otra cara de la moneda y sencillamente una de las personas a las que más admiro en este mundo. Para él la vida es mágica, es maravillosa. Es tocar y lograr. Dice “quiero esto” y ¡logra eso!... así de simple. Su vida se mueve dentro de sus “quiero” porque no admite los “no puedo”…


Viaja a Brasil una vez al mes, vive parte de su tiempo en un piso que compró en Capital Federal y otra parte en Puerto Madryn. Si decide viajar a Estados Unidos para conocer tal lugar, lo hace. Si quiere ir a ver el mundial de fútbol a Alemania, lo hace. Si quiere ir a Tailandia a descansar un mes, lo hace… Nada detiene su poder creativo en este tiempo y espacio...


En sus inicios laborales comenzó trabajando como profesor de química pero la química no era su mundo. Un buen día se levantó y siguió intuitivamente una idea que luego se convirtió en un negocio increíble; negocio que hoy por hoy le permite llevar la vida que lleva y crecer en ella a pasos agigantados…


Cada vez que nos vemos es una fiesta de buena onda. Vamos a cenar y todos se dan vuelta para vernos… así de mágica es nuestra amistad…


Luis no habla de los demás, porque le falta tiempo para hablar de su vida que es plena, completa, “grande”… Mario encuentra en los demás y en las circunstancias la causa de todo su sufrimiento.


Luis se levanta cada día inundado de alegría y con una sonrisa dibujada en su rostro porque se permite jugar con lo que quiere y lo que siente, no reconociendo otro límite más que su necesidad de ser feliz y trascender… A Mario, sin embargo, no le conozco un solo indicio de felicidad, de plenitud, de vida. Su vida es un eterno lamento…


A Luis la vida le sonríe porque él le sonríe primero y la seduce desde su encanto… A Mario la vida lo abofetea porque él pone sus mejillas todo el tiempo para que así sea…


Luis vive en la abundancia más absoluta porque no concibe la escasez en ninguna de sus acepciones... Mario siempre debe pedir prestado para llegar a fin de mes…


Bien, los 2 diseñan sus vidas, deciden qué es lo que quieren… pero ¿Cuál es la diferencia entre ellos?


Simple… Luis está sintonizado con la vida, con la energía universal. Tiene su mente abierta a la prosperidad, a la felicidad, a la plenitud... Mario no lo está, porque está convencido que nació para sufrir, y lamentablemente eso hará el resto de su vida… sufrir por todo y por todos…


Tanto la buena como la mala onda generan un círculo en donde cada eslabón se condice con el anterior, y esto encuentra explicación en la Ley de Atracción. Por esta, todo lo que llega a nuestras vidas es porque nosotros lo estamos atrayendo a través de nuestros pensamientos, de las imágenes que retenemos en nuestras mentes.


Mario no desea estar mal, pero solo piensa en lo mal que le va y eso atrae a su vida situaciones cada vez peores. Luis solo piensa en su negocio a pleno, en disfrutar la vida, en viajar, conocer lugares, conocer gente, compartir diferentes idiosincrasias que lo ayuden a ver realidades diferentes y crecer a partir de ellas… ¡y cada vez le va mejor! ¡y cada vez es más feliz!


Si nos obsesionamos con que todo está mal, todo va a estar mal, porque nos concentramos en lo que nos queremos. Hacerlo implica ponerle mucha pasión. Poner/pensar con pasión hace que todo ocurra más rápido. No debemos olvidar que la mente está dando forma, constantemente, a todo lo que está siendo percibido.


Decir: “yo no atraje esta situación particular a mi vida”, es falso. Nosotros atraemos todo lo que nos ocurre y debemos aceptarlo para comenzar a cambiar…


Y en este punto no se trata de controlar los pensamientos, porque es indiscutible que nos llega información de todos lados. Se trata de empezar a controlar nuestras emociones.


Nuestro estado emocional es lo que ayuda a comprender lo que estamos pensando. Y las emociones son un regalo para saber que es lo que estamos atrayendo, que es lo que vendrá.


Desde nuestra perspectiva hay solo 2 emociones, una que nos hace sentir bien (en estado de felicidad, paz, amor), y la otra que nos hace sentir mal (en estado de culpabilidad, enfado, frustración)… La primera es una guía diciendo que lo que pensamos coincide con lo que queremos y la segunda que lo que pensamos ahora no coincide con lo que queremos.


De esto podemos advertir que, atraeremos conforme lo que estamos sintiendo. Los pensamientos formulan la experiencia futura. Lo que sentimos es un adelanto de lo que va a venir…


¿Alguna vez nos preguntamos porqué el pobre es cada vez más pobre y el rico más rico?: porque ambos crean su realidad… El pobre no concibe la abundancia como forma de vida y el rico jamás piensa en que no va a tener sobradamente lo que necesita para vivir.


Analicemos ahora lo siguiente… Hoy comenzamos el día con un altercado en nuestro trabajo. Viene un cliente y nos grita, por su disconformidad con nuestro producto…


¿Qué hacemos nosotros? ¿Cómo respondemos a la agresión? Pensemos un instante, en este punto, tal como están dadas las cosas… nuestra actitud podría cambiar completamente el curso del día…


¿Cómo? Desde la posibilidad que nos da nuestro libre albedrío de elegir entre dos 2 caminos posibles... sintonizarnos con la mala onda recibida o respirar profundo y anular el momento desde nuestro interior.


En el primer caso todo lo que se sucederá es conocido… nos hundiremos en un mar de gritos, de frases sarcásticas, nos subirá la presión, discutiremos con alguien más a modo de descarga, empeorando con eso las cosas y permitiendo que la situación nos domine por completo.


En el segundo caso seremos más inteligentes, detendremos a tiempo todo, cambiaremos el humor de nuestro eventual “rival” y así habremos logrado dominar nosotros la situación y no arruinar nuestro día.


Todo esto parece un juego… y podría serlo en tanto y en cuanto concibamos la vida como un juego. Pero en este juego debemos ganar, a pesar de todo y comprender que la naturaleza se corresponde a la naturaleza de nuestros sentimientos internos. Lo que pensamos, lo que sentimos y lo que se manifiesta es siempre un igual…


Cualquier pensamiento que hayamos tenido en nuestra vida, puede ser deshecho a través de un cambio en nuestra conciencia.


Este es el mejor momento para empezar a sentir salud, prosperidad, amor… Y si por diversas circunstancias de la vida estamos mal, debemos cambiar nuestra emoción poniendo una canción que nos guste, acostándonos bajo el sol, pensando en algo placentero y quedándonos allí... en ese estado, anulando todo lo demás.


Cuando empecemos a guiar nuestros pensamientos basándonos en la manera en como nos sentimos, y cuando empecemos a darnos cuenta de la correlación que existe entre lo que estamos pensando y sintiendo y lo que va a venir a nosotros, sabremos que somos los creadores de nuestra realidad.


Luis crea su vida. Mario crea su vida….


Luis sabe que la vida es sensacional y le abre los brazos a todo lo bueno que le va a llegar indefinidamente… Mario ni siquiera puede concebir esa realidad… En ambos casos, es una cuestión de actitud, es una decisión personal…



EL PROCESO CREATIVO DE NUESTRAS VIDAS
El proceso creativo de nuestras vidas es un proceso que consiste básicamente en 3 pasos: Pedir, esperar respuesta y prepararse para recibir


1) Debemos PEDIR lo que queremos.
Sea lo que fuere… Y para esto no necesitamos usar palabras, ya que el universo no responde a palabras, solo responde a los pensamientos…
¿Qué queremos? Como ejercicio podemos sentarnos y escribir en un papel, en tiempo presente, y como que está cumplido… “estoy feliz y agradecida porque …” y explicar como queremos nuestra vida, en cada aspecto….
Esto es como tener el universo en un catálogo... interesante ¿no?


2) Debemos esperar la RESPUESTA a nuestro pedido.
De esto se encarga el universo ya que todas las fuerzas del universo responderán a los pensamientos que hemos puesto en movimiento…
Ya lo decía el genio de la lámpara de Aladino (cuento de las mil y una noches)... “Tus deseos son órdenes”…
¡Y así es! Pero muchos no nos permitimos querer lo que queremos, porque no podemos ver como se va a manifestar. ¿Tener mi propia empresa? ¡Es una locura! ¿Con qué recursos?...
Ese no es problema nuestro, el cómo nos va a venir, es un asunto de alguien más… Lo cierto es que la respuesta llegará del modo más inédito y en el momento menos esperado….


3) Debemos estar preparados para RECIBIR.
Esto es, debemos ponernos en consonancia con lo que estamos pidiendo. Para esto debemos sentirnos alegres, entusiasmados, agradecidos, apasionados.
Si nos sentimos miedosos, enfadados, mal… eso nos estará indicando que este no es el momento de recibir, ya que no estamos en consonancia.
La forma en que nos sentimos lo es todo… Entonces debemos dirigir nuestros pensamientos en base a como nos hacen sentir.


Nunca olvidemos que, cuando cumplimos una fantasía, estamos en posición de construir mayores y mejores fantasías… ¡A esto llamamos proceso creativo!


Vayamos a la casa de nuestros sueños, recorramos sus habitaciones, decorémosla… Subámonos al auto que siempre quisimos tener, pongámoslo en marcha, prendamos el mp3 y salgamos a la ruta…


¿Queremos el auto? ¿Queremos la casa? Serán nuestros, pero primero debemos generar los sentimientos de tenerlo ahora y recordarlo a cada instante…


¡Nuestros deseos son órdenes!


Hay muchos libros, autores, físicos cuánticos, psicólogos, sociólogos, filósofos, médicos, pastores, etc… que hablan sobre esto. Antes, este concepto estaba implícito en la vida misma… pero hoy en día existe una corriente de pensamiento muy fuerte que lleva a unir en un trabajo multidisciplinario a diversas ciencias y especialidades del mundo para sacar a la luz este concepto que nos llevará a nuestro crecimiento y evolución como raza…




michela.vidamagica@gmail.com