Las Historias de Ibrahim

Babel


El planeta, epicentro de todas las realidades; punto en el cual confluyen los porqués de cada problema, de cada aquí y ahora de un tiempo sin principio ni final.


Una piedra arrojada al vacío estalla en mil manifestaciones, todas distintas, con matices que hacen pensar en mundos diferentes conviviendo en un mismo mundo.


Lenguas, culturas, religiones, sistemas políticos y realidades tan disímiles como el día y la noche, pero iguales desde su concepción más pura.


De allí preguntas con respuestas implícitas en cada palabra


¿Qué es el ser humano sino el repositorio de experiencias y aprendizajes?


¿Karmas y Darmas? ¿Qué más da? Si muchas veces el infierno nos espera a la vuelta de una esquina o en una reacción fruto de una acción, liberada –a lo mejor- por un capricho supremo


¿Qué son el tiempo y la distancia, cuando cada cosa que sucede no reconoce ni momentos ni espacios; y se permite sin embargo, entrelazar historias a lo largo del universo?


¿Qué es la voz expresando y qué son las lenguas hablando, cuando en realidad el silencio dice más que mil palabras?


¿Qué es la furia del ser humano, sino su más absoluta dependencia a una apreciación externa que lo lleva a su autovaloración, porque no es capaz de bajar la guardia por miedo a la vulnerabilidad y a que se conozca su más desgarrador miedo a la vida?


¿Qué son las normas cuando están hechas para ser rotas y qué son los valores, si están gravados en nuestro interior tan solo para no ser recordados nunca jamás?


¿Qué son las armas en un mundo en el que se negocia la vida, en un mundo en el que se compran voluntades, en un mundo que no conoce más límites que la satisfacción de los propios deseos hechos realidades?


BABEL
El punto de confluencia de voces y silencios; miedos y seguridades; alegrías y frustaciones; pasados y presentes; presentes y futuros; hombres y mujeres; conciencia y razón; utopías y realidades; Karmas y Darmas; juicios y contrajuicios; lenguas y silencios; silencios y expresiones; principio y final.


BABEL
Y, de pronto... ¡la gran explosión de un tiempo sin retorno!…