Las Historias de Ibrahim

¡Sonría, lo estamos filmando!

¡Adiós a la ira!

Si miramos a nuestro derredor es fácil advertir que -a través de sus expresiones- la gente denota grandes insatisfacciones. Insatisfacciones laborales, personales, económicas, amorosas, entre tantas otras... ¡y esa es una constante!

Pero si nos detenemos a pensar tan solo un instante advertiremos que, la ira no sirve a ningún fin útil. Esta es una reacción inmovilizante que se experimenta cuando nos falla algo que esperábamos.Toma la forma de rabia, hostilidad, agresión contra alguien o incluso de un silencio amenazante y proviene del deseo de que el mundo y la gente sean distintos de como son.


Esta es una reacción y un hábito. Es una reacción aprendida ante la frustración.


La ira profunda es una forma de locura, porque se es loco cuando no se puede controlar el propio comportamiento.


La ira es debilitante. Puede producir hipertensión arterial, úlceras, urticarias, palpitaciones, insomnio, cansancio y enfermedades cardíacas.


Esta acaba con las relaciones afectivas, interfiere en la comunicación, conduce a la culpabilidad y a la depresión, e interfiere en nuestras vidas.


Dicen que es mejor sacarla que guardarla, pero es mejor no tenerla.


Como todas las emociones la ira es una resultante del pensamiento.


La ironía de la ira es que nunca logra cambiar a los demás, solo consigue intensificar el deseo de la otra persona de controlar a la persona enfadada.


¡No nos molestemos por cosas que no van a cambiar nunca! Los demás tienen derecho a ser distintos a lo que nosotros queremos que sean.



EL SENTIDO DEL HUMOR


Recordemos siempre lo siguiente: la risa es el rayo de sol del alma, y sin sol, nada puede crecer ni vivir. Hay que reir sin un motivo especial... ¡solo por el mero placer de reir!


Ya lo dijo alguien alguna vez... Sigue tu felicidad, porque la felicidad te abrirá puertas donde solo hubieron muros...